lunes, 9 de julio de 2012

Te pierdo por momentos.

Cuando realmente valoramos a las personas es cuando se marchan. Duele darte cuenta de que has desperdiciado momentos inolvidables que se quedaron a medias. Duele que posibles sueños cumplidos se hayan desvanecido de repente y que no haya dado tiempo a recuperarlos. Duele saber que tus propias  emociones han sido empañadas por el miedo.

Ser valiente, pero serlo a tiempo.
 
En el fondo sé que sigo ahí, ocupando un lugar en su corazón, quizás el lugar equivocado. Me he mudado al rincón oscuro y olvidado, al baúl donde se guardan los trastos viejos, al calabozo de los presos inocentes, al hueco de chimenea, entre las cenizas de los recuerdos quemados. La esperanza que me queda es la de que algo le recuerde a mi, de que ese algo sea capaz de abrir el baúl, de liberar a los presos inocentes de mi calabozo, de encender esa chispa que prenda de nuevo la llama del amor.


Pero aún así, él es libre de adentrarse en mis sueños cuando se le antoja, y contra eso no puedo ni podré hacer nada. 

1 comentario:

  1. Es justo eso, joder, es justo eso... no lo habría podido describir mejor...
    Ya me lo enseñaste, pero es que entonces ni siquiera estaba aclarada yo, suponiendo que ahora lo esté, claro.
    Te quiero EleEme!(:

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